21 de diciembre de 2010

Racing 0-0 Hércules (2010/2011)

Racing y Hércules empataron sin goles en el último partido liguero de 2010. Un duelo aburrido y muy igualado en el que las ocasiones no abundaron. Aún así ambos equipos gozaron de oportunidades. La más clara, un tiro al palo de Portillo.

Los cántabros desaprovecharon una buena ocasión para estabilizar un poco más su situación en la Liga. Recibieron a un Hércules muy mermado y lo dejaron escapar con vida de El Sardinero. De hecho, viendo cómo transcurrió el partido, dieron el empate por bueno.

El partido, aunque bastante trabado, dejó alguna ocasión en cada portería. En la primera parte fue el equipo de Portugal el que dispuso de la oportunidad más clara para romper el empate. Colsa conectó un remate dentro del área, pero no lo suficientemente bueno para sorprender a Calatayud.

En la segunda mitad se cambiaron las tornas y, curiosamente, fue el Hércules el que perdonó el gol. Primero Colsa sacó desde el suelo un remate de Frtizler que iba a gol y luego el larguero repelió un cañonazo de Portillo de falta.

Nada más. Mucho patadón y mucha imprecisión. Si alguno de los dos equipos tiene excusa, ese es el Hércules, por aquello de las bajas. No obstante, mirando las cosas con perspectiva, lo cierto es que tanto los alicantinos como los cántabros tendran las fiestas en paz. Los dos acaban el año en zona tranquila. La primera parte del trabajo está hecha.

12 de diciembre de 2010

Hércules 4-1 Málaga (2010/2011)

El Hércules despidió el año 2010 en el estadio Rico Pérez con una goleada ante el Málaga, cimentada en una gran segunda mitad en la que el conjunto alicantino remontó el tanto de ventaja con el que llegó el conjunto andaluz al descanso.

El Málaga enseñó sus armas desde el pitido inicial y fue el primero en crear peligro sobre la portería rival en lo que, posteriormente, se convertiría en un intercambio de golpes entre dos equipos que buscaron la portería rival sin tapujos.

La intensidad con la que arrancó el choque se acabó reflejando en el marcador a los once minutos, después de que Seba Fernández aprovechara un rechace del meta Calatayud a disparo de Duda para marcar el primer tanto del choque.

Con ventaja en el marcador, el equipo de Manuel Pellegrini dio la sensación de sentirse cómodo y tuvo varias opciones para ampliar su ventaja en el primer periodo, la mayoría en jugadas a balón parado. Pero el Hércules también disfrutó de varias ocasiones para nivelar el choque, entre ellas un cabezazo al palo del paraguayo Nelson Valdez (m.34), quien también protagonizó otras dos llegadas con peligro para el conjunto alicantino, en el que David Trezeguet también probó fortuna sin suerte.

En el arranque de la segunda mitad, el Hércules acrecentó su dominio ante un Málaga que no mantuvo el nivel de los primeros 45 minutos. Y el conjunto alicantino tuvo fruto a su insistencia y, en apenas seis minutos, entre el 65 y el 71, no sólo le dio la vuelta al marcador sino que lo dejó casi visto para sentencia.

Primero, Trezeguet, de tacón, marcó el empate -el francés lleva ocho goles, todos en el estadio Rico Pérez. Nada más sacarse de centro, Tote y Peña se inventaban una jugada que acababa con el segundo en el suelo dentro del área. El penalti lo anotó Drenthe.

Y, casi sin tiempo para la celebración, Abraham Paz remachaba a la red un balón suelto tras una jugada a balón parado. El Málaga no mostró poder de reacción y, por el contrario, el Hércules siguió buscando la portería rival y Kiko, tras jugada personal, marcaba el cuarto tanto alicantino, el primero del canterano de 19 años en Primera División.

7 de diciembre de 2010

Deportivo 1-0 Hércules (2010/2011)

Una jugada de estrategia fue suficiente para endosar una nueva derrota al Hércules en A Coruña. No necesitó más el Deportivo, un equipo de perfil bajo que encontró alivio ante la nula fuerza ofensiva de un oponente sin chispa, dócil e inocente. El Hércules únicamente mostró colocación en Riazor. Poca cosa para ambicionar premio frente a un Depor que, ni de lejos, se acerca al de otras épocas.
Así que sin hacer nada, o prácticamente nada, el equipo gallego se llevó el gato al agua. Fue más una invitación a la victoria que una derrota merecida. De hecho, Calatayud apenas tuvo que intervenir en una ocasión antes de encajar el gol. Pero el cuadro fue más sugerente para Aranzubia, dado que el portero del conjunto gallego apenas entró en contacto con el balón. Únicamente en los minutos finales, con la entrada de Portillo y con el Hércules a la desesperada, el conjunto de Esteban Vigo mostró tímidamente los dientes. Hasta entonces solo se vio control, ninguna pegada.
La primera parte deparó poca cosa. Solo disposición táctica para defender. De medio campo hacia arriba, nada de nada. Ambos equipos se mantuvieron en pie sin luz en la linterna, ahogando en impotencia ofensiva todo avance hasta dejar a Calatayud y a Aranzubia como meros espectadores. El derroche físico de Valdez y algún destello de Tote buscando agujeros desde la derecha despertaron en contados instantes la atención.
Sin ideas en el centro del campo, el Hércules encontró en el Deportivo a un hermano gemelo. Ambas escuadras mostraron carencias atacantes y firmeza defensiva, argumentos que por necesidad marcan la pauta de un encuentro sin mordiente. Así, a ritmo de diesel, la pelea quedó marcada por el equilibrio y por la incapacidad de hacer daño. Drenthe no apareció por la izquierda y Trezeguet solo vio el balón desde lejos. Entretanto, Valdez se dedicó a hacer kilómetros para tapar agujeros e intentar algo nuevo. Demasiadas cosas para el paraguayo, que encontró en Drenthe a la otra cara de la moneda. El holandés, muy estático, corrió poco y se ofreció menos. Sin recorrido y sin esa fuerza que le caracteriza, el jugador cedido por el Real Madrid no fue ni la sombra de lo que acostumbra.
La insulsa historia encontró el acento que cambió el guión en una jugada de estrategia. Antes, únicamente se había registrado un disparo de Adrián que desvió con acierto Calatayud. El portero malagueño poco pudo hacer seguidamente en una acción ensayada, que partió con un balón colgado al área por Saúl que Colotto desvió al punto de penalti para que el tunecino Lassad rematara a placer. (1-0, m. 73).
El Hércules quedaba herido con media acción de peligro. Pero lo grave no pasaba por ahí sino por la escasa pegada exhibida, que ya daba a entender su incapacidad de resolver el problema en que se había metido.
Esteban intentó variar la película colocando en el campo a Kiko Femenía y Tiago Gomes. Se ganó algo de nervio, pero la sensación de peligro sobre el área local solo apareció en los compases finales. Así, Javier Portillo, que se metió en el campo en el minuto 80, tuvo un par de ocasiones para engatillar. En la primera, nada más pisar el césped, encontró un balón en la frontal con posibilidad de enviarlo a la red, pero el disparo salió flojo y raso. En la segunda, en la última acción del partido, envió alto una cesión de Tote al corazón del área.
Con todo, el brío que mostró el Hércules en esa recta final no se vio nunca con anterioridad. Solo al verse perdido reaccionó el conjunto herculano, que en ese momento debió darse cuenta de todas las carencias de un rival que vio peligrar su victoria a poco que se vio apretado.
Y es que el conjunto de La Coruña no se asemeja, ni de lejos, a ese equipo que adquirió el sobrenombre de Superdepor hace algunos años. Consciente de sus limitaciones, Lotina ha diseñado un bloque defensivo, bien arropado en la línea de atrás para ir creciendo hasta fiar su puntería a jugadas de pizarra. Con esas armas frenó al Hércules, que sigue sin la creatividad necesaria para hacer daño cuando actúa de visitante.
La pareja de mediocentros formada por Fritzler y Abel Aguilar no acabó cuajando, lo que aumentó la impotencia de Valdez, incansable y en continuo movimiento, pero sin el flujo necesario para hacer daño.
Mal lo tiene el Hércules con esa forma de actuar lejos del Rico Pérez. Su pasividad ofensiva le condena a aspirar a poca cosa, mientras que las carencias defensivas le conducen a la derrota.
Nada habría que objetar si un rival le supera por calidad; lo penoso es perder frente a oponentes que no llegan a su talla, pero que encuentran facilidades para beneficiarse y pocos argumentos para ser vencidos.
Para lo de ayer, además, tiene cabida la excusa del largo y penoso viaje realizado, pese a disponer de tiempo de maniobra para evitarlo. Faltan muchas cosas en este Hércules. En primer lugar, alguien que se decida a gobernarlo con coherencia.

28 de noviembre de 2010

Hércules 3-1 Levante (2010/2011)

El Hércules, con tantos de sus goleadores Nelson Valdez -por partida doble- y David Trezeguet, se impuso al Levante (3-1) y sumó un importante triunfo ante un rival directo al que ahora deja a cuatro puntos de diferencia.

Consciente de que su condición de equipo local implicaba mayores obligaciones, el Hércules arrancó el partido con fuerza y ya a los dos minutos del choque avisó de sus intenciones en un disparo del portugués Tiago Gomes.

Con el paso de los minutos, sin embargo, el Levante -con una alineación de circunstancias debido a sus muchas bajas- se asentó sobre el terreno de juego y puso en más dificultades a su rival.

El Hércules era el dueño del balón, pero tenía problemas para encontrar la fórmula para superar el entramado defensivo del equipo dirigido por Luis García Plaza, aunque no por ausencia de intentos.

Finalmente, el equipo alicantino encontró el camino del gol en el minuto 39, después de que el meta levantinista Reina rechazara un cabezazo del francés Thomert pero no pudiera evitar que el paraguayo Nelson Valdez, que hoy cumple 27 años, empujara el balón a la red.

La alegría herculana, sin embargo, duró poco porque, nada más sacar de centro, una buena jugada de Xisco Nadal por banda derecha la convirtió en el empate Rubén Suárez. E jugador asturiano del Levante acababa de entrar en el campo por la lesión del ecuatoriano Felipe Caicedo y en apenas unos minutos volvió a demostrar que el estadio Rico Pérez y el Hércules se le dan bien, ya desde su etapa en el jugador del Elche.

Tras el descanso, la tónica del choque era la misma: un Hércules voluntarioso en ataque, pero casi impotente ante el buen hacer visitante. Hasta que en el minuto 61, justo después de una jugada en la que el Levante pidió penalti de Pamarot sobre Pallardó, Trezeguet aprovechó otro rechace de Reina para marcar el dos a uno.

El Levante volvió a reaccionar pero, en esta ocasión, el portero holandés Velthuizen evitó el empate a remate a bocajarro de Rafa Jordá, que acaba de entrar en el campo por el uruguayo Stuani.

Acto seguido, de nuevo Valdez daba aire al Hércules al anotar de espléndido cabezazo el tercer gol alicantino, tras un gran centro de Tote.

El partido se abrió y ello dio pie a que ambos equipos llegaran con mayor claridad al área rival. El meta Velthuizen y el palo evitaron que Rubén Suárez y Xavi Torres marcaran para los visitantes y pusieran emoción al partido.

21 de noviembre de 2010

Espanyol 3-0 Hércules (2010/2011)

El Espanyol sigue intratable en casa y lo demostró hoy al firmar un claro 3-0 sobre el Hércules CF, con un gol conseguido al cuarto de hora de partido, tras una contra que Joan Verdú aprovechó a la perfección, y dos penas máximas del argentino Daniel Osvaldo y Luis García que desmontaron a los de Esteban Vigo, inofensivo en el feudo perico.

El Hércules dio el primer aviso del duelo tras un tiro de Trezeguet aprovechando un buen pase de Kiko, pero todo quedó en un susto, porque el Espanyol reaccionó a lo grande. El equipo de Mauricio Pochettino montó al instante la contra y Osvaldo vio rápido a Verdú, solo ante el meta, y definió de forma excelente.

El gol del centrocampista catalán dio alas a los blanquiazules, con mucho más ritmo, control y peligro sobre el área rival. Calatayud, portero del Hércules, tuvo bastante trabajo en la última media hora de la primera parte. Los pupilos de Esteban Vigo apenas disfrutaron de ocasiones en este tramo del partido.

De todos modos, el dominio del Espanyol no anuló por completo al rival. Trezeguet demostró que el Hércules no estaba muerto obligando a sacar una mano prodigiosa a Carlos Kameni tras rematar de cabeza a falta de un minuto para el descanso. Cornellá-El Prat aún no podía cantar su sexta victoria consecutiva en Liga esta temporada.

En la reanudación se mantuvo el guión, el balón era del Espanyol. Tal como le gusta a Pochettino: posesión, toque y profundidad. Y atrás, solidez. En el lado del Hércules, más de lo mismo. Tímidos acercamientos al área de Kameni pero los centrales Forlín y Amat, titular tras la lesión de Víctor Ruiz, solucionaban el problema.

Mauricio Pochettino no se conformaba con el 1-0 y refrescó el ataque en el minuto 59 dando entrada a Dátolo por Callejón. La banda izquierda del ataque espanyolista sería ahora más incisiva mientras que el Hércules seguía inoperante arriba. La primera ocasión que tuvo fue un remate inofensivo de Valdez tras un centro de Thomert en el 69.

Un penalti de Calatayud sobre Osvaldo, que había recortado claramente al portero aprovechando un brillante pase de Sergio García, sentenció el partido en Cornellá-El Prat.

El delantero argentino superó a Unai Alba con un disparo raso colocado al palo derecho. Osvaldo ya es el máximo goleador de su equipo con cuatro goles.

Y faltaba otra pena máxima por una falta sobre Álvaro de Pulhac. Luis García puso la guinda a la victoria. Cornellá-El Prat celebraba la fiesta e incluso sacó tiempo para homenajear a Rufete, ex jugador que respondió desde el banquillo con aplausos a su antigua afición. El Espanyol sigue en Europa por la puerta grande.

14 de noviembre de 2010

Hércules 2-1 Real Sociedad (2010/2011)

El Hércules remontó, con goles de David Trezeguet y Royston Drenthe, un marcador adverso ante la Real Sociedad, que se había adelantado en la primera mitad y que buscó con ahínco el tanto del empate en el tramo final del encuentro.

La Real Sociedad no conoce la victoria en Alicante ante el Hércules y aunque hoy estuvo cerca de conseguirla durante 45 minutos, se quedó con la miel en los labios.

El conjunto alicantino rompió una racha de cinco jornadas sin ganar ante un rival que conoció la derrota tras tres triunfos consecutivos.

El equipo donostiarra saltó al terreno de juego con la firme intención de buscar la portería local, por lo que los primeros minutos fueron de dominio alterno entre dos equipos que querían hacerse con el control del juego. Sin embargo, la Real Sociedad dio sensación de encontrarse más cómoda sobre el terreno de juego desde los primeros minutos, una sensación que se multiplicó después que el equipo entrenado por Martín Lasarte se adelantara en el marcador al cuarto de hora.

Un saque de esquina lanzado por Xabi Prieto fue cabeceado al larguero por Carlos Martínez y el rechace, en la línea de gol, lo envió Griezmann al fondo de la portería defendida por Calatayud.

A partir de ahí, la Real se hizo dueña absoluta del partido, con una presión muy avanzada que, además, se aprovechaba de la endeble defensa del Hércules, cuyos zagueros eran un manojo de nervios y acumulaban errores.

Entonces, el conjunto vasco pudo ampliar su ventaja, sobre todo por medio de un activo Griezmann, que se encontró con el palo en una de sus oportunidades, o en jugadas a balón parado, donde solía ganar en los balones aéreos a los jugadores alicantinos.

El Hércules consiguió frenar la sangría de oportunidades visitantes, pero en ataque apenas generó peligro y no inquietó a Claudio Bravo. El portero chileno de la Real Sociedad casi fue un espectador más en la primera mitad.

En la reanudación, el partido cambió de signo en apenas seis minutos, los que tardaron Trezeguet y Drenthe en darle la vuelta al marcador con dos zarpazos de calidad de un Hércules que salió con ganas de remontar el choque. Primero, Trezeguet apareció en el centro del área para rematar un buen centro de Kiko desde banda derecha, tras un gran pase en profundidad de Fritzler.

Minutos más tarde fue Drenthe el que, de falta directa, consiguió su primer gol con el Hércules con un espléndido disparo que se coló por la escuadra de la portería de Bravo.

Tras los dos goles, la Real Sociedad intentó reaccionar, pero no estuvo acertada en el remate pese a su insistencia y no pudo nivelar el marcador en el tramo final del encuentro.

12 de noviembre de 2010

Málaga 3-2 Hércules (CR 2010/2011)

El chileno Manuel Pellegrini debutó como entrenador del Málaga con un triunfo por 3-2 sobre el Hércules en La Rosaleda, lo que no había logrado el equipo andaluz esta temporada, y la clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey .

Un gol en el minuto 90 del delantero uruguayo Sebastián Papelito" Fernández permitió un feliz reingreso en España del ex entrenador del Villarreal y Real Madrid, tras un partido en el que el Málaga desperdició una temprana ventaja de dos goles ante un corajudo Hércules.

Pellegrini, en su primer partido, hizo debutar a un joven jugador del Atlético Malagueño, el centrocampista José Recio, que junto al brasileño Sandro Silva, formó pareja en el centro del campo y otra novedad fue el delantero portugués Edinho.

Su homólogo en el Hércules, Esteban Vigo, un malagueño que jugó en el extinto CD Málaga, pero que no ejerció como entrenador, llegó a su tierra con muchas ausencias y reservó a futbolistas de la calidad del centrocampista argentino Fritzler, Sendoa o el delantero paraguayo Valdez.

El Málaga muy motivado salió dominando, con autoridad, gustándose, con presión y juego por las bandas, donde Eliseu y Quincy, con su rapidez, desbordaban a los defensores del Hércules, muy estáticos, sin presencia y blandos.

Esto lo aprovechó el Málaga para adelantarse en el marcador con un pase de Quincy a Eliseu, que se adelantó por rapidez a su defensor Juanra y al guardameta Velthuizen, consiguiendo el primer tanto del partido en el minuto 11.

Se gustaba el Málaga y el Hércules con muchos problemas para crear, aunque por un despiste del portero Arnau, pudo empatar, ya que Cristián viendo adelantado al portero lanzó un disparo que desbarató en la línea de gol el defensa brasileño Weligton.

El equipo malagueño no se amilanó por ese susto y siguió presionando, atacando y desarbolando a su rival. El delantero portugués Edinho, aprovechó un error de Juanra en la cesión a Velthuizen, y consiguió el segundo gol en el minuto 15.

El Hércules impotente tenía muchos problemas para frenar al Málaga. Fernando pudo marcar el tercero tras un certero remate de cabeza que salió fuera por escasos centímetros. Quincy, una bala, disparó desde treinta metros y el poste izquierdo salvó a Calatayud, que había sustituido por lesión a Velthuizen, del tercero.

El conjunto alicantino viendo la debacle aprovechó los síntomas de cansancio del Málaga y alguna laguna en el centro del campo y Portillo, tras un pase de Thomert, acortó diferencias en el minuto 30. El Málaga siguió atacando y una volea de Eliseu, la repelió el palo derecho de la portería en el minuto 34.

Mereció más el Málaga en la primera parte, con un marcador complicado y maldito por aquello de un segundo gol que daría el pase al Hércules. En veinte minutos de la segunda parte ninguno de los dos equipos se había acercado a ambas porterías.

El único acercamiento del visitante fue gol de Abel Aguilar al aprovechar un pase de Cristián y batir por bajo y raso a Arnau, en el minuto 63. El Málaga cansado y regular notó un bajón físico que le podía costar la eliminatoria.

A raíz de la expulsión del colombiano Abel Aguilar por doble amarilla en el minuto 67, el Málaga se estiró, pero con un juego alocado intentó con centros aéreos sorprender a Calatayud. Era prácticamente imposible, pero un centro de Gámez por la derecha lo remató de cabeza Fernández en el punto de penalti consiguiendo el gol del triunfo y de la clasificación en el minuto 90

7 de noviembre de 2010

Osasuna 3-0 Hércules (2010/2011)

Osasuna se alzó con la victoria en un duelo entre rivales directos al derrotar por 3-0 al Hércules en un encuentro de neta superioridad ''rojilla'', resuelto por el conjunto pamplonés a balón parado, curiosamente su calvario el pasado domingo en Santander, con los goles de Monreal, Lolo y Vadocz.

Monreal abrió el marcador en un libre indirecto dentro del área tras pitar el árbitro una cesión visitante al filo del descanso. Lolo marcó en los primeros minutos del segundo periodo de un cabezazo, tras falta botada por Puñal, y, ya en el tiempo añadido, el húngaro Vadocz cerró el marcador en un córner sacado por Calleja.

El conjunto de José Antonio Camacho fue dueño y señor del primer periodo. El Hércules no dio ninguna muestra de aparecer en el partido. Totalmente tirado atrás, el equipo alicantino estuvo a merced del juego y del ritmo imprimido por los ''rojillos''.

Los locales tuvieron el control del partido con el papel estelar de Nekounam en el medio centro, mientras que la verticalidad la puso Juanfran, quien demostró estar en estado de gracia. Mientras que el Hércules sólo tiró a puerta en la primera parte en un libre directo alto de Drenthe en el minuto 42, Osasuna hizo ocasiones para mandar en el marcador.

Nekounam pegó un libre directo al larguero de la portería de Calatayud, quien poco después sacó un disparo de Juanfran. En el minuto 39 llegó la jugada clave. Peña hizo una peligrosa cesión por alto a Calatayud, quien tuvo que tocar con la mano para evitar el gol.

El árbitro pitó libre indirecto dentro del área. Aranda tocó en corto a Monreal y el internacional español marcó de potente disparo tras tocar en Juanra, con todo el Hércules bajo el larguero en la línea de gol.

El guión no cambió en la segunda parte, a pesar de que a los dos minutos de la reanudación los jugadores visitantes reclamaron penalti por mano de Miguel Flaño. Osasuna amplió su renta en su primera llegada con peligro del segundo periodo. Después de escocer los tres goles encajados de estrategia en Santander, los navarros se desquitaron a balón parado.

Puñal botó una falta lateral y Lolo, libre de marca en el segundo palo, marcó de cabeza para atar la victoria ''rojilla''. Ya en el tiempo añadido, Vadocz cerró el marcador tras aprovechar un córner sacado por Calleja. El Hércules estiró líneas en el tramo final del encuentro, pero no creó excesivo peligro ante el marco de Ricardo, únicamente un libre directo de Cristian al larguero en el minuto 78.

30 de octubre de 2010

Hércules 1-3 Real Madrid (2010/2011)

El Hércules saboreó durante más de 45 minutos el triunfo al todopoderoso Real Madrid de Jose Mourinho, pero un gol de Di María al comienzo de la segunda mitad y dos de Cristiano Ronaldo dejó a los de Esteban Vigo sin premio en un partido que no mereció perder. A la derrota se sumó también la lesión de Nelson Valdez en el minuto 79.

Comenzó de forma inmejorable el partido más esperado de la temporada. El Hércules recibía en su reformado Rico Pérez al todopoderoso Real Madrid de Mourinho con un estadio repleto como no se veía desde el último ascenso del conjunto blanquiazul a Primera División. Casi 30.000 aficionados acogía con aplausos a sus jugadores, con Olivier Thomert en el once inicial como sorpresa, que tuvo que salir al comienzo de la segunda mitad por lesión, y con pitos al once de gala blanco, sobre todo a su gran estrella, Cristiano Ronaldo.

No dio tiempo ni a que los asistentes se acomodaran en sus asientos. Corría el minuto tres cuando David Cortés pone un centro desde la banda derecha que Trézéguet, pichichi del equipo con cinco tantos, se encarga de rematar de cabeza dentro de la red. El Rico Pérez era una fiesta.

Ese gol tempranero descolocó los planes de José Mourinho y el Real Madrid se convirtió en un saco de pases imprecisos y pérdidas de balones poco corrientes en sus jugadores. Al área blanquiazul no llegó ni un solo balón en el primer cuarto de hora de partido. Fritzler, Tiago Gomes y David Cortés sobre todo se desgastaron físicamente para cortar cada pelota que pudiese llevar peligro.

La primera ocasión blanca llegó en el minuto 16 con un centro de Di María, pero Carvalho no llegó por poco a rematar. Pero, sin duda, la ocasión más clara para los madrileños vino en el minuto 23, pero en la portería está Juan Calatayud y al malagueño no es tan fácil superarle. Cristiano chutó desde la banda izquierda y el malagueño metió las manos. El despeje le llegó a Higuaín, que tiró con pierna derecha para encontrarse con el pie del salvador blanquiazul. Calatayud volvió a demostrar porqué está considerado uno de los mejores porteros de la categoría.

Pero la segunda mitad comenzó con la suerte cambiada. Esta vez fueron los de Mou los que marcaron rápido. Fue Di María el encargado de firmar el empate en el marcador tras un despeje de Calatayud a un chute de Cristiano Ronaldo, que dejó al argentino rematar a placer en el minuto siete.

El Hércules ya no dominaba como antes, cuando en los primeros 45 minutos se hizo dueño y señor del balón. Y ya se sabe que el Madrid no perdona y no suele fallar sus ocasiones, aunque sean pocas. Los del “Boquerón” pudieron volver a adelantarse minutos después del empate, pero la pelota de paseó por delante de Casillas sin que Valdez ni David Trézéguet llegaran a meter el pie.

A partir de ahí, el Madrid se adueñó del balón y, como dicen que tanto va el cántaro a la fuente…Pues eso ocurrió. Cristiano Ronaldo aprovechó un muy buen despeje de Juan Calatayud a un chute de Benzema para poner por delante a su equipo. El segundo gol del portugués y, por tanto, el tercero del equipo visitante, estuvo de más. Aunque más sobró la forma de celebrarlo.

Sin duda, la peor noticia para los blanquiazules tras el primer gol fue la salida obligada de Nelson Valdez en el minuto 34 de la segunda parte, que tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado tras una dura entrada del astro portugués. Su puesto lo ocupó Portillo, que entró con más ganas que nunca por ver puerta en un escenario inmejorable, ante su ex equipo. Al Hércules no se le pudo pedir más. Lo dieron todo. Y más.

27 de octubre de 2010

Hércules 0-0 Málaga (CR 2010/2011)

Hércules y Málaga dejaron para el partido de vuelta la solución a la eliminatoria de Copa del Rey después de empatar sin goles en un partido en el que la ocasión más clara fue un penalti fallado por Portillo para el conjunto alicantino.

La primera mitad del encuentro estuvo falta de intensidad. El control del balón correspondió durante más tiempo al Hércules, pero los acercamiento al área del Málaga fueron escasos y sin apenas suponer una amenaza de gol para la portería defendida por Arnau.

Si el Hércules creo poco peligro, el Málaga aún lo hizo menos. Sólo en un par de lanzamientos de falta que salieron muy altos tuvo opciones reales de batir al guardameta Velthuizen. Los de Jesualdo Ferreira tuvieron alguna opción de salir al contragolpe con velocidad, pero sin criterio ni acierto.

Así las cosas, únicamente los pequeños detalles podían desequilibrar el choque y uno de ellos fue la triangulación entre Cristian, Portillo y Tote que terminó con éste último en el suelo dentro del área, tras caer ante Mtiliga.

El colegiado pitó el correspondiente penalti, pero Portillo no estuvo acertado en el lanzamiento y estrelló el balón en el larguero.

Tras el descanso, el Hércules intensificó su dominio y buscó con algo más de ahínco la portería visitante. De ahí llegó un disparo al larguero de Cristian, que estuvo muy cerca de convertirse en el primer gol.

Drenthe, en un lanzamiento de esquina directo, y en un remate desde dentro del área que salió junto al palo, también acercó el gol al partido antes de que el Málaga, con la entrada de Quincy y Jesús Gámez en el partido volviera a equilibrar el choque.

Tanto fue así que el Málaga fue el que con más peligro se acercó al área rival, en un cabezazo de Fernando y en un par de faltas colgadas al área en las que no salió con excesivo acierto el portero Velthuizen.

25 de octubre de 2010

Almería 1-1 Hércules (2010/11)

Salva Lillo el puesto de milagro. Por un gol en minuto 83 de Ulloa, en una jugada desesperada, tras dos rechaces de Calatayud... El fútbol le sigue dando oportunidades al filósofo que, efectivamente, no es Einstein. Su afición no es tan condescendiente. Pitos al técnico y a los jugadores desde el minuto 25 hasta el final, paréntesis del tanto de Ulloa aparte. Además, es un gol de injusticia, porque el Hércules fue mejor, en lo colectivo y en lo individual.

A falta de Trezeguet, hubo Valdez. El paraguayo fue el mejor. Ya no por su gol, sino por su trascendencia en el juego de su equipo y por su despliegue. Comparte un trozo de podio con Juan Calatayud. El antequerano está de dulce. Aquel chiquillo que Florentino quiso fichar del Málaga y luego estuvo años desaparecido, es otro portero. Sus acciones valen puntos para el Hércules. El Boquerón Esteban ha construido un bloque sólido, que es capaz de rendir sin Trezeguet y Drenthe. Pero le faltan un par de malos ratos en Primera para atar duelos como el de ayer. En la anarquía del tramo final del partido el Almería supo desenvolverse mejor.

Son extraños los partidos en el Mediterráneo, un campo que vive en un estado de nervios preocupante. Demasiados silbidos y desde muy pronto. El Almería quiso el balón desde el arranque. Y lo tuvo, como también sensación de peligro. Calatayud frustró un cabezazo de Uche y un buen chut lejano de Piatti. Así, el meta antequerano mantuvo al Hércules en el contexto que más le convenía. Un chispazo de Rufete, que a veces parece un chaval, sirvió para que Valdez lograse su cuarto tanto en Liga. El paraguayo es un fenómeno y no notó la ausencia de su socio francés.

El 0-1 desesperó al Mediterráneo y desarmó al Almería, ansioso y desnortado desde ese instante. El descanso fue un alivio para los locales.

Tras la reanudación el partido entró en un estado de confusión. En el caos táctico sabe moverse mejor el Almería que el Hércules. Apareció Alves, que abortó la única aparición con veneno de Portillo. Eso mantuvo vivo a los rojiblancos, emulando a Calatayud. Lillo movió el árbol para ver si caía algo y le salió bien. Porque en tardes extrañas, gente como Crusat y Piatti valen un potosí. Parece que también Ulloa es de ese club.

Esteban Vigo lamenta que el Hércules no supiera matar el partido. Y tiene razón. Porque un marcador estrecho permite que el primero que pase por el área se convierta en héroe. Ulloa lo hace por segunda vez. El argentino arrebata al Hércules dos puntos y rescata del averno a Lillo.

18 de octubre de 2010

Hércules 2-2 Villarreal (2010/2011)

El Hércules dejó al Villarreal sin liderato de Primera División al impedir la victoria del conjunto castellonense, que sólo pudo arrancar un empate (2-2) en un partido en el que hubo tres expulsados y en el que el equipo alicantino se adelantó por dos veces en el marcador.

El encuentro arrancó con dos equipos que parecían jugar con el freno de mano puesto. El Hércules sabía que para hacer daño al Villarreal debía quitarle el balón e intentó hacerlo, aunque sin la profundidad y mordiente ofensiva como para crear ningún tipo de peligro sobre la meta defendida por Diego López.

El Villarreal, por su parte, se encontraba cómodo con el ritmo que llevaba el choque, sobre todo porque sí que veía que sí que se aproximaba con opciones de marcar.

A los 23 minutos, Nilmar estrellaba un balón en el larguero que pudo poner por delante en el marcador a los visitantes, pero sólo dos minutos más tarde, el paraguayo Nelson Valdez rompía el fuera de juego en una jugada a balón parado y avanzaba a los alicantinos.

La alegría sólo le duró tres minutos a un Hércules que falló estrepitosamente en defensa y dejó que Capdevila estuviera solo dentro del área pequeña para empujar a la red el empate tras un pase de Cazorla.

El partido volvía a sus orígenes y Rossi volvió a encontrarse con el meta Calatayud y el palo antes de que el Hércules volviera a echar mano de la efectividad de Trezeguet en sus llegadas para aprovechar un centro de Drenthe y marcar el dos a uno.

Fue prácticamente lo último que pudo hacer el delantero francés del Hércules en el campo, puesto que el colegiado le expulsó antes del descanso presuntamente por sus protestas, cuando era el propio equipo alicantino el que se disponía a lanzar una falta en la que pidió la que podía haber sido la segunda amarilla para el visitante Borja Valero.

Con un hombre más sobre el terreno de juego, el Villarreal puso asedio al área herculana. Nilmar y Rossi se encontraron con el buen hacer del portero Calatayud, pero la sensación era que el gol terminaría por llegar.

Y fue Borja Valero el que acabó por devolver las tablas al marcador, tras cazar un balón dentro del área y disparar fuerte y cruzado. Apenas se había superado el cuarto de hora de la segunda mitad y el Villarreal tenía media hora para dar la vuelta al resultado.

La velocidad y habilidad de Drenthe se convirtieron en el mejor arma de los locales y el holandés estuvo a punto de conseguir el tercero tras una larga carrera. Diego López lo evitó.

El partido cambió tanto que hasta el Villarreal se quedó en inferioridad numérica, con sólo nueve jugadores, por las expulsiones consecutivas de Borja Valero y Musacchio, por doble amonestación y una presunta agresión a Drenthe, respectivamente.

Sin embargo, el marcador ya no se movería ante el acierto de Diego López a remates de Drenthe y Pamarot.

5 de octubre de 2010

Getafe 3-0 Hércules (2010/2011)

Un baño en toda regla, una derrota inapelable. El Hércules salió humillado del Coliseum Alfonso Pérez Muñoz por un Getafe que mostró mejores armas, más altura y un sinfín de argumentos claros y prácticos que le proporcionaron un victoria clarísima, de las que no admiten discusión. Con una velocidad por debajo, con muchísima menos intensidad y sin saber nunca lo que debía o podía hacer, al cuadro alicantino no le quedó otra que agachar la cabeza frente a un rival con hechuras para convivir en otro cesto.
Dubitativo, tembloroso y destemplado frente a un enemigo que le saca una cabeza, el conjunto de Esteban Vigo solo estuvo en el terreno de juego para encajar golpes, hasta caer noqueado con un contundente 3-0. Y la derrota no fue mayor porque la madera y Calatayud pusieron de su parte.
El Hércules caminó sin guión, engullido por un centro del campo que eligió a Boateng como propietario, martirizado por la rapidez de ideas de Parejo, inquietado por Victor y desbordado por la verticalidad de Pedro Ríos y Manu del Moral. Todo ese saldo que aporta el Getafe encontró enfrente a una defensa dubitativa, desconocida hasta ahora. Abofeteado a las primeras de cambio con un peligroso lanzamiento de Manu y un disparo a la cruceta de Parejo, el equipo alicantino tardó en templar los nervios. Amagó tímidamente con una ocasión malograda por Kiko y una incursión con "bicicleta" de Drenthe, pero pronto quedó plasmado que circula con una marcha menos que el "Eurogeta".
Esteban Vigo dio continuidad al plan que le fue bien ante el Sevilla, a pesar de que para ello había que dejar en el banquillo a Nelson Haedo Valdez. Kiko Femenía se ocupó de la banda y Tiago Gomes actuó como segundo punta por detrás de Trezeguet. El resultado, ni de lejos, se asemejó a lo sucedido en el choque contra los sevillistas. Más bien al contrario. Trezeguet fue una isla; Tiago, Abel y Fritzler no actuaron de pantalla frente a las acometidas rivales y la zaga mostró fisuras hasta ahora desconocidas.
El primer arañazo en el rostro herculano apareció a los veinte minutos, con un centro al corazón del área de Pedro Ríos que Parejo remató plácidamente a la red llegando desde atrás (1-0).
Poco después, Colunga pudo dejar la cosa ya totalmente despejada si hubiera aprovechado un error de Pamarot en el área herculana.
Casi mecánicamente, el equipo madrileño iba llegando a los dominios de Calatayud a base de precisión y velocidad. Sabiéndose mejor que su adversario, el Getafe ponía contra las cuerdas a un Hércules incapaz de sobrepasar la línea de tres cuartos.
El segundo gol mostró de forma aumentada las vergüenzas del Hércules de ayer. Pasivo y mal ubicado, Pamarot solo pudo observar con impotencia cómo se colaba Manu del Moral entre líneas para ejecutar a Calatayud aprovechando una cesión medida de Parejo. (2-0, m.42).
El Getafe solo precisaba de cuatro toques saliendo desde atrás para poner nervioso a Calatayud mientras que el Hércules no encontraba camino alguno para llegar. Ante ello, se esperaba que en la reanudación Esteban Vigo moviera el banquillo dando entrada, en primer lugar, a Valdez. Pero el técnico del Hércules debió ser de los pocos que preferían esperar para mover ficha. De hecho, hubo que aguardar hasta el minuto 57 del encuentro para ver al paraguayo en el campo como apuesta fresca para intentar cambiar lo que, sin duda alguna, necesitaba un cambio.
Estático y continuamente superado, un Hércules desconocido adoptó el papel de cordero, incapaz de dañar a un rival que colocó a su portero la etiqueta de espectador.
Otra etiqueta distinta cabe colocar a Parejo, un futbolista nacido en la cantera del Real Madrid que ayer dio un recital de fútbol, colocación, verticalidad y buen gusto. El madrileño pidió para sí la batuta para completar una exquisita actuación. También es cierto que no caminó solo. Boateng le cubrió la espalda, Pedro Ríos y Manu le arroparon por las alas y Colunga, ese jugador que se mantuvo durante mucho tiempo en la cartera herculana el pasado verano, le abrió paso por delante. Por el contrario, el Hércules no dio nunca señales de vida.
Tras la salida de Valdez, Vigo apostó por dar entrada a Tote, que ha perdido ritmo desde que fue relegado a la suplencia en la segunda jornada de Liga. El madrileño lo intentó en alguna acción aislada, pero el partido de ayer no admitía más lecturas que las de Parejo y compañía. Cuando se quiso poner el despertador, el equipo herculano ya lo tenía todo perdido.
El marcador pudo registrar más movimiento a favor del Getafe. Perdido de vista el centro del campo, únicamente una buena combinación entre Valdez y Trezeguet alteró el temple de la defensa getafense. Poca cosa para variar el guión de una historia que quedó marcada desde bien pronto.
Calatayud tuvo que volar en el minuto 73 para desviar un balón lanzado por Parejo que entraba junto al poste. Lo que ya no pudo evitar el portero malagueño fue el contragolpe que cogió desnuda a la retaguardia herculana, circunstancia que le obligó a salir a la desesperada en clara desventaja con el rápido Miku, que le sorteó y marcó a puerta vacía (3-0, m.81). Por si no bastara, Albín, recién salido al terreno de juego, envió otro balón a la madera. Para colmo, Abel Aguilar vio la roja directa en una acción innecesaria y, quizá, excesivamente castigada. Fue el acento definitivo a una tarde aciaga.
Arrítmico y plomizo, el equipo alicantino quedó hecho cenizas. Nada donde agarrarse, nada donde justificarse, ni siquiera fogueo. Nada de nada.
Rivales del calado del Getafe y partidos como el de ayer subrayan que en esta Primera División no hay margen para sestear, no hay margen para las dudas. Bajar la guardia resulta letal. Y ayer se bajó. El resultado fue elocuente. El Hércules acabó aplastado en el Coliseum.

26 de septiembre de 2010

Hércules 2-0 Sevilla (2010/2011)

El Hércules se impuso al Sevilla (2-0), logró su primera victoria como local de la temporada y puso al técnico hispalense, Antonio Álvarez, contra las cuerdas tras la derrota de hoy.

El Sevilla perdonó al Hércules en los primeros compases del envite y eso al final le costó muy caro. El conjunto alicantino arrancó tan impreciso como voluntarioso lo hizo el hispalense, pero el portero Calatayud demostró la gran forma en la que ha arrancado la temporada y mantuvo el marcador equilibrado.

El meta malagueño del Hércules evitó en dos grandes intervenciones que el argentino Acosta inaugurara el tanteador. En la primera le sacó un mano a mano, después de un preciso pase en profundidad de Luis Fabiano. En la segunda, le sacó un tiro que entraba por la escuadra.

Ambas ocasiones visitantes llegaron tras sendas recuperaciones de balón en el centro del campo. En el momento en el que el Hércules se asentó sobre el terreno de juego y evitó regalar balones a su rival, el partido se fue volcando de su parte.

La mejoría herculana quedó plasmada, sobre todo, a partir del cuarto de hora de juego. Entonces, el equipo dirigido por Esteban Vigo solicitó penalti sobre su delantero Trezeguet por un agarrón del central sevillista Alexis.

El colegiado observó en esa acción falta del ariete francés y no del central, pero sí que pitó penalti cinco minutos más tarde, por derribo de Romaric a Tiago Gomes. Trezeguet no desaprovechó la pena máxima para adelantar al Hércules.

El Sevilla quedó noqueado y sin apenas poder de reacción, mientras que el Hércules, pese a ceder el balón al Sevilla, acabó ampliando su ventaja antes del descanso tras un contragolpe que remató Kiko Femenía y que Trezeguet desvió al fondo de las mallas.

Tras el descanso, Luis Fabiano probó fortuna en un disparo de falta que despejó Calatayud, al que le acompañó la fortuna en otro lanzamiento directo en el que Romaric sorprendió a todo el Hércules y se encontró con el palo.

Con el balón en juego, el Sevilla no tuvo oportunidades claras de gol ante la meta herculana y en muchos momentos fue la imagen de la potencia.

Por su parte, el Hércules, a la contra, también tuvo sus opciones para ampliar su ventaja, aunque el conjunto alicantino se empeñaba especialmente en sus labores defensivas.

23 de septiembre de 2010

Zaragoza 0-0 Hércules (2010/2011)

En un partido pendular, algo amorfo pero jugado con intensidad de menesterosos, Calatayud detuvo al Zaragoza y lo manda al último puesto. Calatayud dijo empate y su guante fue acero. También el de Leo Franco, por cierto. Tras una goleada infamante con el Málaga y un ejercicio de indolencia en Santander, el Zaragoza probó otro sabor en la gama de los lamentos: la frustración de poner todo e irse de vacío. Al Hércules el empate le suma cuatro puntos fuera de casa, cifra muy apreciable, para navegar en las aguas tibias del torneo. Y si no es por Leo Franco, que le sacó tres que iban camino de la red, el Hércules vacuna al Zaragoza.

El partido se construyó de manera amorfa, alrededor de desafíos individuales que sustituyeron al entretenimiento. Sinama y Pamarot fundieron sus sombras en un solo cuerpo. Lafita corrió hacia atrás como un animal y buscó resuello con la pelota. Drenthe retó a Diogo, más veces con la mirada que con el balón, pero por ahí el Hércules reunió un aviso. En el medio hubo tráfico y agitación. Abel Aguilar creció de área a área, Fritzler le hacía de lugarteniente, Tote se vistió de abeja. Entre Gabi y Kevin removían tierra con interés y confusión. Ander trataba de encontrar caminos. Extraño en un partido tan industrioso, Trezeguet, un bicho de área, iba a pasar la noche sin cenar.

Con tanto tráfago, hubo quien dio su sangre (Lafita y Pamarot, cortado en la ceja como si peleara con Sonny Liston) para rendir tributo a la intensidad hueca de contenido. El partido no fue bueno, pero sí simpático, por su penduleo y por la heterodoxia del esfuerzo. Todo control se hizo opinable y sobre todo pasajero. El Zaragoza empezó con el impulso que brota de su angustia y tuvo aliento para sostenerlo toda la noche. Sí, Gay debió cambiar antes (los de afuera corren como maratonianos), pero ¿cómo?: los recambios están aún para poco rato. Plantilla corta de número, de fútbol y, en algún caso, también de forma. Al menos los futbolistas pusieron el nervio de las horas sombrías. Eso sí, su esfuerzo invita más a la conmiseración que a la tranquilidad. Por dentro corre la misma sangre. Por fuera, el mismo escaso fútbol. Y un inquietante desacuerdo con el gol. Pamarot, Abraham Paz y el intenso Peña, tuvieron mucha culpa. Calatayud hizo el resto.

Paradones. Ahora... de la uniformidad siempre asoman los vivos. Como Ander o Tote, que revolotearon ávidos, ligeros y con aire de advertencia. Ander inició las jugadas que acabarían en el cabezazo tocadito de Bertolo a centro con cuerda de Lafita. Fue al palo y Sinama no encontró el rebote. Luego, el francés trazó una falta combada en vuelo suave que sacó también el portero del Hércules. Y hubo otra escapada del mismo Sinama a pase listo de Ander, en la que el delantero no se ordenó las piernas. Más adelante, Calatayud frustraría a Lafita y Marco Pérez.

El Hércules administró su posición. Presionó más allá del horizonte medio y tuvo su hora. Claro que la tuvo. El Zaragoza jugaba a los puntos; el Hércules especuló con el KO. Tres remates con nombre de gol sacaría Leo Franco. Uno a Tote tras combinación sabia de Abel Aguilar. El portero hizo un escorzo inverso: el corpachón a un lado, el pie al otro. Y rechazó. Drenthe lo obligó a otra arriba y, sobre todo, Trezeguet lo aproximó al aprecio popular. Fue la única vez en que el francés salió de los telones urdidos por Jarosik y Contini. Disparó con la enjundia de quien ha sido, pero Franco salió ileso. Todo lo demás que ganó el Hércules lo obtuvo por oficio. Atrás y en el medio. Pamarot encajó por los demás (incluido un codazo inadvertido de Diogo) y limitó a Sinama. Marco Pérez, al final, se le escapó. Fue en el alargue: pero estaba Calatayud, ganador ante la pobre definición del punta. La última la sacó de dentro Abel Aguilar. Esteban hizo números y se fue conforme. Las disyuntivas de Gay crecen: el equipo quiere pero no alcanza; Sinama aguanta y juega la pelota; Pérez hace ocasiones y deshace goles.

19 de septiembre de 2010

Hércules 1-2 Valencia (2010/2011)

El encuentro se decantó desde los compases iniciales del lado de un Valencia que ya tuvo una clara oportunidad, en las botas de Roberto Soldado, antes de que se cumpliera el primer minuto de juego.

Lo que no consiguió Soldado lo logró Juan Mata, quien no desperdició un buen servicio de Pablo Hernández para rematar cruzado, con la pierna derecha, el primer tanto del encuentro. Apenas se llevaban dos minutos de partido.

Con el marcador a su favor desde tan pronto, el Valencia se encontró cómodo. Cedió la pelota a un Hércules que no conseguía acercarse con peligro al área de un equipo visitante que, a la contra, daba muestras de poder hacer daño.

Y así llegó el segundo tanto de los de Unai Emery, a los veintidós minutos, después de una gran cabalgada de Joaquín Sánchez que rubricó con un perfecto derechazo Pablo Hernández a la escuadra de la portería de Juan Calatayud.

Pero el conjunto alicantino consiguió meterse en el partido en la recta final de la primera mitad, después de que el colegiado pitara penalti tras unas manos de David Navarro dentro del área. La acción existió, aunque la voluntariedad fuera más dudosa. Trezeguet no desaprovechó la pena máxima para reducir la desventaja en el marcador e insuflar ánimos al Hércules de cara a la segunda mitad.

Un empujón moral que creció cuando el Valencia se quedó en inferioridad numérica tras ver Navarro la segunda tarjeta amarilla y, por tanto, ser expulsado (m.48). El defensa chocó con Abel Aguilar, en una jugada en la que ambos entraron con igual fuerza, pero el árbitro vio punible la acción de Navarro.

Pese a jugar con diez, Pablo Hernández pidió un penalti tras caer dentro del área ante Pamarot y, justo después, Mathieu remató cruzado el que pudo ser el tercer tanto visitante. Pero el control del partido, como por otra parte era lógico, fue para un Hércules que tuvo en un cabezazo de Valdez, antes de ser sustituido por lesión, la posibilidad de igualar la contienda.

Las dos ocasiones más claras para marcar el segundo tanto local fueron, sin embargo, para Trezeguet. En la primera no llegó a rematar un pase de Kiko casi sobre la línea de gol; y en la segunda, tras una gran jugada de Tote, cabeceó al palo.

Los últimos minutos fueron un asedio del conjunto local, pero el Valencia consiguió mantener su victoria.

15 de septiembre de 2010

Barcelona 0-2 Hércules (2010/2011)

Dos goles de Nelson Valdez, desmontaron la cicatería de Guardiola y le otorgó al Boquerón Esteban buena parte del crédito que el malditas escuchas amenazaron con arrebatarle en verano.
A excepción de Víctor Valdés, que en el tramo final salvó a su equipo de una derrota todavía más humillante, todos los azulgrana estuvieron muy por debajo de su nivel. Una caricatura de sí mismos en plena Diada. Es cierto que el intachable Pep pudo equivocarse al presentar un once sin varios titulares indiscutibles (dejó en el banquillo a Xavi, Pedro, Alves, Busquets y Puyol), pero tras el descanso, cuando entraron los mejores, su equipo jugó todavía peor. Estuvo lento, impreciso, ansioso, con enormes problemas para hacer circular el balón ante unos adversarios con los conceptos claros, envalentonados, solidarios, con dos líneas muy cerca del área que parecían muros. Y cuando los campeones se plantaron ante Calatayud, el portero del Hércules se mostró segurísimo.
El diseño táctico del Boquerón, perfecto conocedor del Barça, resultó productivo. Prefirió esperar convenientemente atrás antes que presionar a destiempo y regalar espacios letales entre líneas. Gestionó correctamente el fuera de juego cuando necesitó oxígeno y poco a poco fue enredando la magia blaugrana privando al «mejor equipo del mundo», que diría Drenthe, de la fluidez que necesita el Barça en la circulación para aplastar.
El orden, la capacidad de aguante, la extra motivación de Royston, una pesadilla infinita para Adriano, la brega constante del colombiano Abel Aguilar y, sobre todo, el oficio y la pegada de Valdez, un artista a la hora de meter el trasero y generarse espacios para proteger el balón y dar tiempo a las incorporaciones, le bastaba a los alicantinos ante un Barça que amagaba pero no golpeaba, ni por asomo.
El Hércules acertó en su primera llegada, tras una acción en la que Mascherano se jugó la expulsión. Tenía una amarilla y entró a destiempo a Drenthe, quien ejecutó la falta que acabó en la red tras un despiste defensivo en cadena y un remate en semifallo de Valdez. Velasco Carballo le perdonó la vida, igual que minutos después a Trezeguet por golpear con el brazo, y sin balón, a Adriano. El colegiado madrileño acertó, ya que ambas rojas hubieran sido un tanto rigurosas. Nervios en el Camp Nou y en los locales, como demostró Adriano en una cesión a Valdés que pudo costarle el segundo a los culés.
Entraron Pedro y Xavi. Villa se colocó de '9' y todo parecía más lógico. Pero el mejor centrocampista del mundo perdió ayer más balones que nunca. Además, los desmarques brillaron por su ausencia y ni siquiera Pedrito estuvo incisivo. Les faltaban frescura, rapidez, ideas y paciencia, todo lo contrario que al Hércules, que con un juego de conjunto solidario, certero y seguro hilvanó una acción perfecta. Trezeguet bajó un balón, golpeó de primera y de espaldas al compañero. Gracias a la maniobra encontró en el espacio a Tiago Gomes, que se plantó en el área para asistir a Valdez. El paraguayo completó su primer doblete con un disparo perfecto que le dio al Hércules un triunfo histórico.

29 de agosto de 2010

Hércules 0-1 Athletic (2010/2011)

Fue en un encuentro de fuerzas parejas, en las que el remate de Fernando Llorente al inicio del segundo tiempo resultó determinante. El partido empezó con unos minutos en los que el Athletic Club intentó atemorizar al debutante conjunto alicantino con una importante presión sobre la salida de balón y la envergadura de sus dos referentes ofensivos, Fernando Llorente y Gaizka Toquero. Sin embargo, el Hércules se rehizo pronto y empezó a controlar el juego y a tocar el balón con cierta autoridad en el centro del campo.La conexión entre Jorge López 'Tote' y Javier Portillo era de lo más destacado del equipo local y a punto estuvo de dar sus frutos a los veinte minutos, pero el meta Gorka Iraizoz lo evitó. Tras una primera media hora de un ritmo trepidante, el partido se encaminó hacia el descanso con las fuerzas niveladas y sin que ninguno de los dos equipos superara a su rival con autoridad. En este tramo final de la primera mitad, el que más cerca estuvo de adelantarse en el marcador fue el Athletic, en un disparo de falta de Markel Susaeta que se estrelló en el lateral de la portería defendida por Juan Jesús Calatayud. La numerosa afición bilbaína en el estadio Rico Pérez cantó gol, pero no fue tal. La mala noticia para el Athletic fue la lesión, en una acción fortuita, de Toquero, quien tuvo que ser reemplazado por David López antes de que el partido llegara al descanso. En los primeros 45 minutos apenas apareció Llorente, pero el campeón del Mundo con España, lo hizo en el primer minuto de la reanudación para cabecear a la red un centro de falta de Gabilondo y convertir el primer gol de la temporada en Primera División. El encuentro cambió a partir de ese momento. El Athletic se encontró mucho más cómodo y Javi Martínez se hizo el jefe en el centro del campo. El otro mundialista del Athletic cortó un par de balones que bien pudieron dar pie a jugadas de peligro, aunque se quedaron en nada. Al Hércules le costaba llegar al ataque, aunque, de nuevo un pase de Tote a Portillo puso al conjunto alicantino al borde del empate. Su remate no encontró portería tras superar a Iraizoz. La respuesta del Athletic fueron un cabezazo de Muniain y un disparo de Javi Martínez que se encontraron con Calatayud. En la recta final, el Hércules lo intentó con Tote como creador y Tiago Gomes como principal ejecutor, aunque sin excesivo acierto en el remate, por lo que el encuentro llegó a su conclusión sin que el Hércules tuviera claras opciones de igualar.

22 de agosto de 2010

Dorsales de la temporada 2010/2011

01. Calatayud
02. Pulhac
03. Juanra
04. Mohamed Sarr
05. Abraham Paz
06. Cristian
07. Rufete
08. Farinós
09. Portillo
10. Tote
11. Sendoa
12. Drenthe
13. Unai Alba
14. Abel Aguilar
15. Kiko Femenia
16. Paco Peña
17. Trézéguet
18. Fritzler
19. Sergio Rodríguez
20. Nelson Valdez
21. David Cortés
22. Thomert
23. Pamarot
24. Tiago Gomes
25. Piet Velthuizen