Racing y Hércules empataron sin goles en el último partido liguero de 2010. Un duelo aburrido y muy igualado en el que las ocasiones no abundaron. Aún así ambos equipos gozaron de oportunidades. La más clara, un tiro al palo de Portillo.
Los cántabros desaprovecharon una buena ocasión para estabilizar un poco más su situación en la Liga. Recibieron a un Hércules muy mermado y lo dejaron escapar con vida de El Sardinero. De hecho, viendo cómo transcurrió el partido, dieron el empate por bueno.
El partido, aunque bastante trabado, dejó alguna ocasión en cada portería. En la primera parte fue el equipo de Portugal el que dispuso de la oportunidad más clara para romper el empate. Colsa conectó un remate dentro del área, pero no lo suficientemente bueno para sorprender a Calatayud.
En la segunda mitad se cambiaron las tornas y, curiosamente, fue el Hércules el que perdonó el gol. Primero Colsa sacó desde el suelo un remate de Frtizler que iba a gol y luego el larguero repelió un cañonazo de Portillo de falta.
Nada más. Mucho patadón y mucha imprecisión. Si alguno de los dos equipos tiene excusa, ese es el Hércules, por aquello de las bajas. No obstante, mirando las cosas con perspectiva, lo cierto es que tanto los alicantinos como los cántabros tendran las fiestas en paz. Los dos acaban el año en zona tranquila. La primera parte del trabajo está hecha.
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