4 de enero de 2011

Mallorca 3-0 Hércules (2010/2011)

En el justo momento en el que Drenthe llegaba a su domicilio en la Playa de San Juan, escoltado por las fuerzas de seguridad como si de un alto cargo o una estrella de cine se tratara, el Hércules firmaba su sentencia de muerte en el Iberostar Estadi. Dos goles encajados en apenas tres minutos dejaron al equipo del Boquerón herido de muerte ya antes de enfilar el camino de los vestuarios.
Después del empate en Santander, los blanquiazules regresaron a las andadas. Ni un tiro a puerta en los primeros cuarenta y cinco minutos. Y así es complicado sacar algo positivo lejos de casa. Sólo hubo noticias del ataque cuando Cristian pisó el césped. Pero fue demasiado tarde porque el Mallorca ya había hecho todo el trabajo.
La puesta en escena no fue la mejor. Calatayud tuvo que sacar lo mejor de sí para evitar el primero de la tarde. Su despeje en el primer minuto dio la vida al equipo. Sacó magistralmente un cabezazo de Webó en el primer palo. Después el barullo que se formó el área fue bien resuelto por la zaga blanquiazul.
El primer minuto de juego del nuevo año elevó la tensión. El Mallorca evidenció su ansia por acabar con la mala racha que le persigue en Liga. Después de tres derrotas consecutivas, el equipo de Laudrup metió la quinta marcha desde el pitido inicial. Pereira y Webó llevaron de cabeza a la zaga blanquiazul. El jugador francés del Mallorca ensayó un eslalon en una acción personal pero se quedó sin ángulo para el remate final. Antes marcó un gol que fue anulado por un justo fuera de juego después de otro rechace de Calatayud tras un remate de Nsue, que se metió solo hasta plantarse delante del meta blanquiazul.
El Hércules tuvo alguna opción para sorprender al contragolpe. Kiko Femenía intentó hacer daño por su banda. Apenas lo consiguió en un par de ocasiones, en combinación con Cortés. Pero el balón no llegó nunca en condiciones ni a Valdez ni a Trezeguet.
El conjunto alicantino resultó demasiado inofensivo. Recordó al de tardes aciagas como la de Pamplona o Getafe. Sufrió en exceso en defensa y finalmente los insulares consiguieron perforar la meta de Calatayud. Otra vez a balón parado el equipo alicantino evidenció sus debilidades. De Guzmán ejecutó desde la frontal después de un par de cabezazos frustrados de sus compañeros. Calatayud no acertó a atrapar el esférico y Nsue ejecutó a placer.
Una vez abierta la veda, la movilidad de los atacantes locales resultó letal para el equipo del Boquerón. Apenas tres minutos después, Webó y Casadesús se fabricaron una pared dentro del área que finiquitó el mallorquín con cierta comodidad ante la indolencia defensiva. Con el 2-0, el partido quedó listo para sentencia.
La segunda parte comenzó con el inesperado cambio de Sergio por Abraham Paz, que no pudo seguir por problemas físicos. Pero lo peor estaba por llegar. En un contragolpe, Pereira volvió a dejar en evidencia a la zaga blanquiazul.
Sólo la entrada de Cristian impuso algo de cordura. Fritzler y Abel Aguilar no ofrecieron el nivel esperado. El equipo sigue echando de menos a un líder que haga jugar a sus compañeros. Y ayer Cristian asumió ese rol. Quizás ya fue demasiado tarde. De sus botas partieron las únicas cuatro opciones. Ni Valdez ni Trezeguet acertaron. Y otra vez la derrota resulta sonrojante. El año comienza con un nuevo despropósito.

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