Hércules y Espanyol empataron sin goles esta tarde en el estadio Rico Pérez y sumaron a su casillero un punto que parece insuficiente para alcanzar el objetivo de la permanencia, en el caso de los alicantinos, y de conseguir una plaza europea, en el de los barceloneses. El Espanyol arrancó el partido mejor que el Hércules y fue el que tuvo el control del balón los primeros minutos, aunque su dominio no se transformaba en ocasiones de gol ante la portería de Calatayud.
Al Hércules le costó un cuarto de hora disparar por primera vez sobre la meta de Kameni -un tiro flojo de Kiko-, pero sí que se quitó un poco el dominio del equipo de Mauricio Pochettino. Eso sí, de forma directamente proporcional al mayor control del Hércules, el Espanyol empezó a encontrar más huecos en la línea defensiva local. Especialmente por la banda derecha del ataque, desde donde, a los 25 minutos, Galán puso un preciso centro que Osvaldo remató de tacón y no se convirtió en gol porque Calatayud lo impidió con una gran estirada.
La parada de su portero espoleó a un Hércules que, instantes después, tuvo en las botas de Portillo un par de ocasiones, una de las cuales la evitó con una gran intervención el meta Kameni. El partido se equilibró, al mismo tiempo que también surgieron los nervios y pequeñas fricciones entre jugadores. Pero justo antes del pitido del final de la primera parte, tuvo lugar una jugada para la polémica, en una caída de Drenthe ante Galán que el colegiado no consideró penalti favorable al Hércules. La siguiente jugada para la polémica llegó en el arranque de la segunda mitad y en esta oportunidad el damnificado fue el Espanyol, que vio cómo le anulaban un gol a Osvaldo por un supuesto fuera de juego del argentino, que había batido con habilidad a Calatayud tras un preciso pase de Verdú.
Pero en la segunda mitad el dominio correspondía al Hércules, que probaba a Kameni con cierta insistencia y se encontró a los 65 minutos con un remate de Valdez al larguero, tras un buen centro de un incisivo Drenthe. El conjunto de Djukic dominaba, pero fue perdiendo fuelle en ataque y ni siquiera la entrada de David Trezeguet en el campo le reavivó. Lo del equipo alicantino se convirtió en un querer y no poder ante un Espanyol que apenas creaba ocasiones pero, cuando merodeaba el área local, lo hacía con sensación de peligro.
El Hércules no tenía fuerzas para llegar al área de Kameni y el Espanyol daba por bueno el empate a cero, como lo confirmó Pochettino con sus cambios en los últimos minutos del choque. Finalmente, el partido murió sin más ocasiones y con un reparto de puntos que debe saber a poco a los dos conjuntos.
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